Como de la mayor importancia fue calificada la visita realizada por el señor rector el pasado martes en el marco de la fase preparatoria de la visita de pares académicos que se realizará definitivamente para los días miércoles 31 de agosto y el 1 y 2 de septiembre.
Además de su visita, su intervención llamó la atención por la presentación que hizo de la situación actual de la Universidad y en particular por el proceso de creación universitaria en la que todos nos encontramos comprometidos, como lo puntualizó de manera expresa en sus palabras.
Lo primero a lo que alude esta afirmación es al reconocimiento histórico del proceso de construcción y consolidación institucional, en tanto este es inacabado y provisional, pero siempre susceptible de ampliar y profundizar; un proceso que inició mucho antes de la realización de la primera clase y se espera continúe por los próximos 300 o 400 años, según animada expresión de la vicerrectoría.
Adicionalmente, la afirmación tiene una dimensión más íntima en el sentido de que la dinámica de la Comunidad Académica está asociada a la dinámica de la construcción personal, es decir, al proceso de formación humana, del sujeto. Esto hace que la dimensión colectiva expresada en la Universidad sea la expresión de quienes llevan a cabo la labor cotidiana de su construcción.
Y tal dimensión individual tampoco es posible leerla en el ejercicio aislado de cada miembro de la comunidad, sino que se constituye en el resultado de la interacción con el otro.
A riesgo de caer en el lenguaje de las consignas, podría leerse de la pasada charla del señor rector que la Universidad refleja los sueños individuales y colectivos de la Comunidad Académica y que se presienten en las múltiples interacciones con los otros.
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